El órgano que se encuentra en el cuadrante superior derecho del abdomen, debajo de la parte trasera del hígado, se conoce como vesícula biliar. Se almacena la bilis producida por el hígado entre las comidas. La vesícula biliar libera la bilis en forma concentrada. La bilis se vierte en el intestino a través de los conductos biliares a la hora de comer. La bilis ayuda a descomponer las grasas y ayuda a la digestión.

Entre las enfermedades vesiculares diferentes, son muy comunes tales, como el cáncer, los pólipos, la colecistitis (la inflamación de la vesícula biliar) y los cálculos biliares. La mayoría de las veces, una cirugía para extraer la vesícula biliar (colecistectomía) es necesaria como parte del tratamiento de los cálculos biliares. El paciente puede experimentar ciertos efectos secundarios de la cirugía. Las complicaciones después de la cirugía incluyen el dolor en el hombro, en el pecho y en el vientre, lesiones, inflamaciones, sangrado, una infección, pérdida de apetito, náuseas y, a veces, la diarrea. Sin embargo, se observa que, a pesar del dolor después de la cirugía de la vesícula biliar, los pacientes suelen recuperar su estado normal dentro de 2 o 3 semanas. Los estudios muestran, que en la mayoría de personas, la eliminación de la vesícula biliar no les afecta para el proceso de la digestión.

La incisión en el abdomen: El dolor abdominal tras de una cirugía de la vesícula es uno de los principales efectos secundarios de la cirugía. Como la vesícula biliar se encuentra en el abdomen y como está conectada con el hígado y otras partes del sistema digestivo, la cirugía puede causar un dolor en el abdomen. Se requiere hacer una incisión grande, si el médico decide realizar una “cirugía abierta”.

La cirugía laparoscópica puede requerir varias incisiones pequeñas en el abdomen. Lo que llevará a una recuperación rápida y menos dolorosa.

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